REFLEXIÓN Nº3
Partiendo de la base de que estamos en este mundo ya sea de casualidad o no, estamos obligados a cuidarlo para nuestras futuras generaciones. Hay que intentar producir la menor cantidad de basura posible y que esta se recicle adecuadamente.
Si reciclamos todo lo posible y vertemos la mínima basura al mar, ayudaremos a que el ecosistema de este esté en completo equilibrio. Por ejemplo, si no tiramos al mar las anillas de plástico que vienen sujetando las latas de refrescos, evitaremos que muchos animales acuáticos mueran al tragárselas o que puedan quedar atrapados en ellas y de esta manera favoreceremos el bienestar de todos los animales marinos, que habitan en dicho ecosistema.
Si queremos que nuestra supervivencia y sobre todo la de nuestras futuras generaciones sea favorable, debemos contribuir a la mejora y el cuidado del medio ambiente, para conseguir así el bienestar de todos, ya que ¡NO VIVIMOS SOLOS!
LA RECICLASE
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